Anfibología secreta de la melanina
El doble sentido de la palabra secreto y su posible relación con la biología poiética de los melanocitos.
(segreto ⇋ secreto)
Dos idiomas jugando,
el italiano con el español
similar al intersticio habitado por mi abuela,
quien se movía del Uno hacia el Otro:
tradu(s)iendo, trasla-dándose
aunque ella permanecía—
—oscilando entre su origen y su destino,
trazando el recorrido de su viaje,
mismo que me fue here-dado a través del minúsculo trazado de intensidad*
que a diario se manifiesta en la superficie de mi piel:
su/mi isla melano-cítica
como sím-bolo,
nuestro lunar.
"El lunar señala la piel, baliza su extensión y la configura.
Guía al ojo y actúa sobre el como una marca de deseo [...]
nos gustaría decir que el lunar es un germen de deseo,
un minúsculo trazado de intensidad*."
— Jean-Luc Nancy
"58 indicios sobre el cuerpo"
La anfibología es una figura retórica en la que una palabra o frase posee un doble sentido (⇋) por lo que puede ser ambigua o confusa, sin embargo, me parece sumamente interesante el ejemplo de la palabra "secreto" ya que, si bien esta hace referencia a algo que permanece oculto, que está (p)reservado, separado del conocimiento común, cuando su género se trans-forma aparece "secreta", "segregar", "segregación" que implica un sentido completamente opuesto al primero que apunta hacia aquello que se libera, que se manifiesta, que se expulsa, que se separa...
(en este punto pienso lo que diferencia un separar del otro,
y en una posible Filosofía de la Endo-crino-logía)
Diría mi analista: "y es que todos somos trans", inclusive las palabras.
Todos somos transitorios, transeúntes, todos estamos trans-formándonos.
Así que quisiera trasladar esta anfibología hacia el estudio poético de unas células que me son enigmáticas.
Biología poiética de las células de la cresta neural.
Desde hace ya algunos años estas células llamaron mi atención por su condición intersticial, y por allá del 2020 leí que el embriólogo Wilhelm His fue el primero en describirlas como una tira de células —entre— el ectodermo neural y no-neural (Xi, 2022) por lo que las nombró como “Zwischen-rinne” (canal; en medio de) y “Zwischen-strang” (cuerda; en medio de) por su posición respecto al tubo neural y la epidermis.
En aquel momento me parecieron interesantes los nombres en alemán, pero no podía relacionarlos con otra idea o noción. Fue solo hasta que el tiempo pasó, y en retrospectiva (après-coup) que pude pensar en la posible relación de estas con: a) la noción freudiana de barrera-contacto gracias al artículo de Daniela Scotto Di Fasano donde habla sobre “Zwischen-gedanken”, b) el guion “Gedanken-strich” propuesto en el libro de Rebecca Comay con Frank Ruda, y c) el concepto de terceridad de André Green.
Gandhi, 2020 [🔗]
Me parece maravilloso que si bien son células migrantes, efímeramente tienen la función de un confín, por un momento fugaz unen y separan lo profundo de lo superficial, el nucleus del pallium, the "kernel" with the "shell", al sistema nervioso central de la piel (línea de comunicación que perdurará por otras vías).
Biología poiética de la migración.
reflexión especular
El ectodermo en analogía con la piel del océano,
donde la fricción con el aire genera esta forma en la superficie marina
que termina por desvanecerse hacia la profundidad.
Dice Gilbert (2000) que cualquier análisis del fenómeno migratorio (ya sea de aves, mariposas, células de la cresta neural o humanos) abre la posibilidad para plantear varias preguntas:
1. ¿Cómo (y cuándo) se inicia la migración?
2. ¿Cómo saben los/las migrantes la ruta por la cual transitar?
3. ¿Qué señales indican que se ha llegado al destino y que la migración debe terminar?
Y entonces explica que para que las células de la cresta neural abandonen su lugar de origen existen tanto empujones como jalones. En primer lugar, las células no pueden salir mientras estén estrechamente conectadas entre sí (binden), así que una proteína llamada "Slug" activa ciertos factores que disocian las uniones estrechas entre las células para que estas sean liberadas hacia su destino (Savagne et al. 1997).
Otro factor en el inicio de la migración es la pérdida de la N-cadherina que las había unido, que se encuentra originalmente en la superficie de las células de la cresta neural, esta proteína de adhesión celular se regula a la baja (down-regulation) en el momento de la migración celular.
En este continuum unión-separación, para que el viaje pueda comenzar la balanza se inclina hacia la separación, las células deben des-atarse (ent-binden) de su origen para dirigirse a su destino.
Por cuestiones meramente personales, elijo continuar con el trayecto de los melanocitos, las células que pigmentan nuestra piel.
viaje proteico del continuum: célula de la cresta neural—melanoblasto—melanocito
Biología poiética de los melanocitos.
Una vez que estas células abandonan su lugar de origen se tras-ladan hacia la piel, asentándose en el estrato basal de la misma, es decir migran hacia un tejido superficial pero aún permanecen ocultas, protegidas por otras capas celulares que están sobre ellas.
Los melanocitos poseen una naturaleza dendrítica, es decir, buscan ir hacia otras células para cumplir su función, y como se puede ver en el dibujo, sintetizan la melanina, que es un pigmento que protege y da color a nuestra piel, formando nuestros lunares.
Pero diría Winnicott: "el melanocito no-existe"
Lo que existe sería la díada melanocito—queratinocito.
Los queratinocitos son las células más superficiales de la piel, por lo que están expuestas al contacto pero también al daño, así que los melanocitos son los encargados de transferir/donarles la melanina para generar una capa que las proteja de la radiación solar.
Este trabajo en equipo permite a las células de la capa más superficial de nuestra piel una función crucial y contradictoria para que la vida exista: abrirse al contacto y al mismo tiempo generar mecanismos de protección. La palabra que la mayoría (de mis alumnos) sabe que amo, formar barreras—con-tacto.
Y si, mi abuela me heredó un lunar que está consoli-dado porque emerge a diario, yo me pregunto cómo supieron mis melanocitos las instrucciones para llegar al mismo punto al que migraron los de mi abuela.
Una vez le pregunté a un dermatólogo ¿cómo se heredaban los lunares? y me dijo: es por genética. Y esa respuesta no me alcanzó, no me bastó, por eso dejé la medicina, por eso escribo...
¿No es hermosamente poético que la melanina
buscando ser fiel a su función protectora (barrera)
muchas veces termine (siguiendo a Jean-Luc Nancy)
convirtiéndose
en una marca de deseo que invita al contacto?
La anfibología de la melanina
que protege y al mismo tiempo se-duce.
La anfibología del secreto
que oculta y al mismo tiempo revela.
Para Maria Estela Melano, mi abuela ♥️
Referencias
Hume, A. Melanocyte showing melanosomes. Imagen de portada. Célula productora de melanina aislada (un melanocito) que muestra los melanosomas (vesículas que contienen los gránulos de melanina) en amarillo, la actina en rojo y los microtúbulos en azul. La melanina se transfiere de los melanocitos a las células epidérmicas, dando color a la piel y al cabello. [🔗]
Xi, M., (2022) Neuroanatomy, Neural Crest [🔗]
Gilbert SF. Developmental Biology. 6th edition. Sunderland (MA): Sinauer Associates; 2000. The Neural Crest. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK10065/
Es un texto hermoso… quedo atónita a su explicación. ¡Es increíble!
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